miércoles, 18 de marzo de 2015

LEUCEMIA LINFOBLÁSTICA

Leucemia linfoblástica aguda infantil

Para desarrollar este tema es necesario conocer las competencias disciplinares y cual de ellas se apega mas a este ejercicio.
 1.- Organiza su formación continua a lo largo de su trayectoria profesional. 
Atributo,1.- Incorpora nuevos conocimientos y experiencias al acervo con el que cuenta y los traduce en estrategias de enseñanza y de aprendizaje.
2.- Se mantiene actualizado en el uso de la tecnología de la información y la comunicación.

¿Qué es la leucemia linfoblástica aguda infantil?

La leucemia linfoblástica aguda (también denominada leucemia linfoide aguda o LLA) es un tipo de cáncer de la sangre en el que, por causas desconocidas, se producen cantidades excesivas de linfocitos inmaduros (linfoblastos). Las células cancerosas se multiplican rápidamente y desplazan a las células normales de la médula ósea, el tejido blando del centro de los huesos dónde se forman las células sanguíneas.
En condiciones normales los linfocitos se producen en la médula ósea y en otros órganos del sistema linfático (timo, ganglios, bazo), siendo los encargados de nuestra defensa al ser capaces de atacar, directamente o a través de la producción de unas sustancias denominadas anticuerpos, a todo agente que invada o célula anómala que se produzca en nuestro organismo. En la LLA, los linfoblastos (precursores de los linfocitos) se fabrican en cantidades excesivas y no maduran. Estos linfocitos inmaduros invaden la sangre, la médula ósea y los tejidos linfáticos, haciendo que se inflamen. También pueden invadir otros órganos, como los testículos o el sistema nervioso central.
La LLA es la forma más común de leucemia infantil y en nuestro país se diagnostican alrededor de 30 nuevos casos por millón de habitantes y año, siendo el cáncer infantil más frecuente. La máxima incidencia se produce entre los 2 y 5 años y en el sexo masculino (relación 2:1 con respecto sexo femenino).

Tipos de leucemia linfoblástica aguda infantil

La leucemia linfoblástica aguda puede afectar a los linfocitos B, que producen anticuerpos para ayudar a combatir las infecciones, o a los linfocitos T, responsables de coordinar la respuesta inmune mediada por células. Por ello, la OMS clasifica a las LLA de acuerdo con el tipo de linfocito afectado y el grado de maduración del mismo, distinguiéndose:
— Leucemia linfoblástica aguda de precursores B (incluye diversos subtipos identificables mediante estudios inmnofenotípicos; Pro-B, Pre-B común, Pre-B)
— Leucemia linfoblástica aguda de precursores T (incluye diversos subtipos identificables mediante estudios inmnofenotípicos; Pro-T, Pre-T, tímica cortical, tímica madura)
— Leucemia linfoblástica de precursores B maduros (también llamada LLA Burkitt-like)
En todas ellas pueden detectarse translocaciones cromosómicas (desplazamiento de un trozo de cromosoma u otro cromosoma) y alteraciones moleculares que hacen variar el pronóstico y el tratamiento de la enfermedad. Por ejemplo, la presencia del denominado cromosoma Filadelfia, una translocación entre los cromosomas 9 y 22 [t(9;22)], confiere un especial mal pronóstico a esta variedad de LLA, obligando a un tratamiento más agresivo que en el resto de LLA.
Los niños con el síndrome de Down presentan un riesgo de diez a veinte veces más alto de padecer leucemia en comparación con los niños sin el síndrome de Down. En los niños con síndrome de Down que presentan LLA, el pronóstico es similar al resto. Más información.

Los síntomas y el diagnóstico

Las manifestaciones clínicas de los enfermos de leucemia linfoblástica aguda reflejan una insuficiencia medular provocada por la proliferación de los linfoblastos en la médula ósea y su infiltración en los distintos órganos y tejidos. El comienzo es casi siempre agudo y las manifestaciones clínicas no suelen preceder al diagnóstico en más de 2 meses. Lo habitual es que el enfermo presente síntomas como: pérdida de apetito, sensación de debilidad y fatiga, fiebre, dolores óseos, articulares y musculares, hematomas en brazos y piernas, producidos por la falta de plaquetas. En ocasiones se producen verdaderas hemorragias espontáneas (nariz, encías) o bien hemorragias excesivas en pequeñas heridas.
Algunos pacientes pueden presentar infecciones (abscesos, sinusitis, neumonía, etc.) como síntoma inicial. En otros, puede observarse un aumento del tamaño de los ganglios linfáticos y molestias abdominales como consecuencia del crecimiento del hígado o el bazo. Un pequeño porcentaje de enfermos puede presentar manifestaciones como consecuencia de la compresión de estructuras vecinas (por ejemplo el mediastino) por parte de los ganglios linfáticos inflamados, o síntomas derivados de la infiltración del sistema nervioso central (dolor de cabeza, vómitos, somnolencia, etc.), de los testículos (dolor, hinchazón) o de los huesos (dolores óseos).
Aunque cualquier órgano puede estar infiltrado por los linfoblastos, los más frecuentemente afectos son el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos. La frecuencia de infiltración de estos órganos es del 80, 70 y 50%, respectivamente. La infiltración de otros órganos como las mamas, los testículos o la piel y las mucosas es muy poco frecuente en el momento del diagnóstico, aunque puede constituir la localización inicial de las recaídas.
Para efectuar un diagnóstico preciso, deberán realizarse diversas extracciones de sangre y de médula ósea (obtenida esta última mediante punción del esternón o del hueso de la cadera) en la que se analizarán diversos aspectos como morfología, recuento, inmunofenotipo, cariotipo y biología molecular. Además, se efectuarán radiografías para valorar si existe aumento de tamaño de los ganglios del mediastino y se valorará si la enfermedad se ha extendido al sistema nervioso central mediante unapunción lumbar con el fin de analizar el líquido cefalorraquídeo que baña dicho sistema.

Su pronóstico

Epronóstico de los pacientes afectos de leucemia linfoblástica aguda varía sustancialmente en función de diversos factores de riesgo. La edad, la cantidad inicial de linfoblastos, el subtipo de LLA de que se trate, la presencia de localizaciones extramedulares (mediastino, sistema nervioso, testículos), la presencia de anomalías genéticas y, muy en especial la lentitud en la obtención de la remisión completa tras el tratamiento inicial, son parámetros predictivos de un pronóstico desfavorable.
En las LLA infantil se acostumbra a identificar 3 grupos pronósticos que además condicionarán el protocolo terapéutico a emplear:
 las LLA de bajo riesgo (25-30% de los casos). Son paciente con edades comprendidas entre 1 y 9 años, con pocos leucocitos al diagnóstico, con fenotipo B común o pre-B, sin infiltración de sistema nervioso u otros territorios, sin alteraciones citogenéticas o moleculares y que responden bien al tratamiento de inducción.
 las LLA de alto riesgo (12-15% de los casos). Son pacientes fuera de los rangos de edad mencionados, con alteraciones citogenéticas y/o moleculares que no responden adecuadamente al tratamiento de inducción.
 las LLA de riesgo intermedio (55-60% de los casos). Todas las restantes, excepto en menores de 1 año y en pacientes con fenotipo B maduro que requieren de tratamientos diferenciados.

Gracias a la adaptación de los protocolos terapéuticos actuales al riesgo y al seguimiento estricto de la enfermedad mínima residual, que permite modificar la estrategia terapéutica antes de que se produzca una recidiva, hasta el 80% de los niños con LLA se pueden curar. El pronóstico es ligeramente inferior en las LLA de los lactantes y en las LLA de alto riesgo.

Su tratamiento

El tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda infantil se determinará en cada caso teniendo en cuenta, la edad, el estado general del paciente y los factores de riesgo antes mencionados.
El objetivo principal de cualquier tratamiento en las leucemias u otras hemopatías malignas es conseguir la remisión completade la enfermedad a nivel molecular. Por este motivo, en las LLA infantiles el tratamiento consta de 4 fases: inducción a la remisión, consolidación/intensificación, reinducciones y mantenimiento.
La fase de inducción a la remisión se basa siempre en quimioterapia intensiva, la administración de diversas agentes antineoplásicos por vía intravenosa con el objetivo de lograr que desaparezcan las células leucémicas de la sangre y la médula ósea permitiendo la producción normal de las otras células sanguíneas. Esta situación clínica de remisión completa suele alcanzarse tras el primer ciclo de tratamiento en el 95% de los casos infantiles. Se considera que un paciente ha alcanzado la remisión completa cuando la cifra de blastos en la médula ósea es inferior al 5%.
A continuación debe efectuarse un tratamiento de consolidación/intensificación en el que se emplean agentes terapéuticos distintos a los empleados en la inducción, con la finalidad de reducir aún más la enfermedad residual. En los pacientes de alto riesgo pueden administrarse hasta 3 ciclos de intensificación.
La tercera fase (reinducciones) consiste en la administración de entre 1 (bajo riesgo) y 3 (alto riesgo) ciclos de quimioterapia más espaciados y de menor intensidad (en función del riesgo de recidiva) que van combinando distintos citostáticos. Este tratamiento tiene por finalidad negativizar por completo la enfermedad mínima residual.
La cuarta fase del tratamiento se llama de mantenimiento. Consiste en la administración diaria de un agente suave por vía oral y otro semanal por vía intramuscular. Suele ser un tratamiento muy bien tolerado y con escasos efectos secundarios.
Durante todo este tiempo, de forma periódica y con la finalidad de eliminar posibles células leucémicas acantonadas en el sistema nervioso, deben practicarse diversas punciones lumbares para administrar tratamiento en este nivel.
El trasplante de progenitores hematopoyéticos (médula ósea, sangre periférica o sangre de cordón umbilical) rara vez se usa como tratamiento inicial para los niños y adolescentes con LLA. Suele reservarse para las LLA de alto riesgo con enfermedad mínima residual aún positiva tras el tratamiento, o como parte del tratamiento de la LLA que recidiva. En estos casos, el procedimiento se realiza idealmente a partir de las células de un hermano histocompatible o, en su defecto, de un donante voluntario no emparentado localizado a nivel mundial o de una unidad de sangre de cordón umbilical.
El trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos no se contempla en la actualidad en los protocolos de tratamiento estandarizados debido al alto riesgo de recaídas (más de 60%) tras el mismo.

Subtipos específicos de LLA

LLA B madura (Burkitt-like). Con las pautas de tratamiento actuales el pronóstico de esta variedad de LLA ha mejorado notablemente con supervivencias cercanas al 70% sin necesidad de realizar trasplante en muchos casos.
LLA Filadelfia positiva. El empleo, junto con la quimioterapia intensiva, de los nuevos inhibidores de la tirosincinasa (imatinib, dasatinib, nilotinib), ha supuesto un notable progreso en esta variedad de LLA. Los buenos respondedores (enfermedad mínima residual no detectable) a la quimioterapia más inhibidores de la tirosincinasa, tienen supervivencias libes de enfermedad superiores al 70% incluso sin trasplante. En el resto (enfermedad mínima residual) se suele precisar de la realización de untrasplante alogénico (de donante familiar o no emparentado o de sangre de cordón umbilical) para la curación (alcanzable en el 50-60% de los pacientes).

Para más información, se pueden consultar las siguientes páginas web:

Elabore una tabla comparativa del tema atendido, dicha tabla deberá contar con una hoja de presentación, estar paginado en la parte inferior de la hoja.
deberá estar con tipo de texto o fuente de Arial 12 y los TÍTULOS O SUBTÍTULO con 14 puntos y el interlineado de 1.5 si desea agregar alguna imagen o tablas de estadística se colocaran en un apartado denominado ANEXO.

martes, 17 de marzo de 2015

CONTEO DE CÉLULAS LEUCEMICAS

¿Cómo se diagnostica la leucemia mieloide crónica?
Muchas personas con CML no presentan síntomas cuando son diagnosticadas con la enfermedad. Con frecuencia la leucemia se detecta cuando el médico pide exámenes de sangre por algún problema médico no relacionado o durante un examen físico de rutina. Aun cuando los síntomas están presentes, con frecuencia son confusos y no específicos.
Tipos de muestras que se usan en los exámenes de detección de leucemia mieloide crónica
Si los síntomas y signos sugieren que usted puede tener leucemia, el médico necesitará analizar muestras de sangre y de médula ósea para estar seguro de este diagnóstico. También se pueden tomar otras pruebas de tejidos y células a fin de tratar la CML.
Muestras de sangre
Generalmente las muestras de sangre para las pruebas de detección de CML se toman de una vena del brazo.
Muestras de médula ósea
Las muestras de médula ósea se obtienen por aspiración y biopsia. Estas dos pruebas usualmente se hacen al mismo tiempo. Las muestras se toman de la parte posterior del hueso de la pelvis (cadera), aunque en algunos casos se pueden tomar del esternón o de otros huesos.
En el procedimiento de aspiración de médula ósea, el paciente se acuesta sobre una mesa (ya sea sobre su costado o su estómago). Después de limpiar el área, la piel que se encuentra sobre la cadera y la superficie del hueso se adormece con un anestésico local, que puede causar una breve sensación de escozor o ardor. Luego se inserta una aguja delgada y hueca en el hueso, y se usa una jeringa para aspirar una pequeña cantidad (aproximadamente una cucharada) de médula ósea líquida. Aun con el uso de un anestésico, la mayoría de los pacientes experimenta un dolor breve cuando se extrae la médula ósea.
Generalmente se realiza una biopsia de médula ósea inmediatamente después de la aspiración. Se extrae un pequeño trozo de hueso y de médula (aproximadamente 1/16 de pulgada de diámetro y 1/2 pulgada de largo) con una aguja ligeramente más grande que se hace girar al empujarse en el hueso. La biopsia también puede causar algo de dolor brevemente. Una vez que se hace la biopsia, se aplica presión en el sitio para ayudar a prevenir el sangrado.
Estas pruebas se envían al laboratorio, y se analizan con un microscopio para ver si hay células leucémicas. Estas pruebas también se pueden hacer después del tratamiento para ver si la leucemia está respondiendo al mismo.
Pruebas de laboratorio
Se puede usar una o más de las siguientes pruebas de laboratorio para diagnosticar CML o para ayudar a determinar qué tan avanzada se encuentra la enfermedad.
Cuentas y examen de células sanguíneas
El recuento sanguíneo total (complete blood count, CBC) es una prueba en la que se cuenta el número de diferentes células sanguíneas, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. El CBC frecuentemente incluye un recuento diferencial, que es la cuenta de los diferentes tipos de glóbulos blancos en la muestra de sangre. En un frotis de sangre, se coloca una pequeña cantidad de sangre en un portaobjetos para analizar las células con un microscopio. La mayoría de los pacientes con CML tienen demasiados glóbulos blancos con muchas células inmaduras. Algunos pacientes con CML tienen números bajos de glóbulos rojos o de plaquetas. Aunque estos resultados pueden sugerir la presencia de leucemia, generalmente este diagnóstico necesita confirmarse con otra prueba de sangre o una prueba de médula ósea.
Pruebas químicas de la sangre
Estas pruebas miden la cantidad de ciertas sustancias químicas en la sangre, pero no se usan para diagnosticar leucemia. Pueden ayudar a detectar problemas hepáticos o renales causados por la propagación de las células de la leucemia o por los efectos secundarios de ciertos medicamentos quimioterapéuticos. Estas pruebas también ayudan a determinar si se necesita un tratamiento para corregir los niveles bajos o altos de ciertos minerales en sangre.
Examen de rutina con un microscopio
Un patólogo (un médico especialista en el diagnóstico de enfermedades mediante pruebas de laboratorio) observa las muestras de sangre y médula ósea bajo el microscopio, y también un hematólogo/oncólogo (médico que se especializa en el tratamiento de enfermedades de la sangre y de cáncer) puede analizarlas.
Los médicos pueden ver el tamaño y la forma de las células en las muestras, y determinar si contienen gránulos (pequeñas manchas que se observan en algunos tipos de glóbulos blancos).
Un factor importante es si las células son maduras (como las células sanguíneas normales del torrente circulatorio) o inmaduras (carentes de las características de estas células normales). Las células más inmaduras se llaman mieloblastos (a menudo llamados blastos).
Una característica importante de una muestra de médula ósea es la porción de ella que consiste en células productoras de sangre. Esto se conoce como celularidad. La médula ósea normal contiene células productoras de sangre y células grasas. Cuando la médula ósea tiene más células productoras de sangre que lo esperado, se dice que es hipercelular. Si se encuentran muy pocas células formadoras de sangre, se considera que la médula eshipocelular. En personas con CML, la médula ósea a menudo es hipercelular debido a que está llena de células leucémicas.
Pruebas genéticas
Algún tipo de prueba genética se realizará para determinar si está presente el cromosoma Philadelphia y/o el geneBCR-ABL. Este tipo de prueba se usa para confirmar el diagnóstico de CML.

Citogenética convencional: esta prueba involucra la observación de los cromosomas (secciones de ADN) con un microscopio para detectar cualquier cambio. También se llama determinación del cariotipo. Los cromosomas celulares se observan mejor durante la división celular. Por esta razón, para realizar esta prueba se debe cultivar en el laboratorio una muestra de sangre o de médula ósea, para que las células comiencen a crecer y dividirse. Esta técnica requiere tiempo y no siempre tiene éxito. Las células humanas normales tienen 23 pares de cromosomas, cada una de las cuales tiene un tamaño definido. Las células leucémicas de muchos pacientes con CML contienen un cromosoma anormal llamado cromosoma Philadelphia, que tiene la apariencia de un cromosoma 22 corto. Esto sucede cuando se intercambian secciones (translocación) entre los cromosomas 9 y 22 (lea la sección “¿Sabemos qué causa la leucemia mieloide crónica?”. La detección del cromosoma Philadelphia es útil en el diagnóstico de CML. Aunque no se puede ver el cromosoma Philadelphia, frecuentemente otras pruebas pueden detectar el gene BCR-ABL.

Imágenes por resonancia magnética
Las imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI) son particularmente útiles para examinar el cerebro y la médula espinal. Este estudio también se puede utilizar para examinar otras áreas del cuerpo. Las imágenes por resonancia magnética utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. La energía de las ondas de radio es absorbida por el cuerpo y luego liberada en un patrón formado por el tipo de tejido del cuerpo y por ciertas enfermedades. Una computadora traduce el patrón en una imagen muy detallada de las partes del cuerpo. Esto no sólo produce imágenes de las secciones transversales del cuerpo como un examen CT, sino que también produce imágenes de secciones que son paralelas a la longitud del cuerpo.
Se puede inyectar un material de contraste al igual que en los exámenes de CT, pero esto se hace con menos frecuencia. Este es un contraste diferente al usado para la CT. Por lo tanto, ser alérgico a un contraste no significa que usted es alérgico al otro tipo.
Las MRI toman más tiempo que las tomografías computarizadas, a menudo hasta una hora. Puede que tenga que permanecer acostado dentro de un tubo estrecho, que podría ser confinante y puede que cause molestias a las personas que temen a los lugares cerrados. Un equipo especial de MRI “abierto” puede ayudar con este problema. La máquina produce un zumbido fuerte que puede resultar incómodo. En algunos lugares se proveen audífonos o tapones para los oídos con el fin de ayudar a bloquear este ruido.
Ecografía (ultrasonido) .- En la ecografía, o ultrasonido, se utilizan ondas sonoras y su eco para producir una imagen de los órganos o masas internas. Con más frecuencia, para esta prueba se coloca sobre su piel un pequeño instrumento que parece un micrófono y que se llama transductor (el cual primero se lubrica con gel). La ecografía emite ondas de sonido y recoge el eco que rebota desde los órganos. Una computadora convierte el eco en una imagen que aparece en la pantalla.
Se puede usar para observar los ganglios linfáticos cercanos a la superficie del cuerpo o para observar órganos inflamados dentro de su abdomen, como los riñones, el hígado y el bazo.
Este estudio es fácil de realizar y no utiliza radiación. Para la mayoría de las ecografías, usted simplemente se acuesta en una camilla, y un técnico mueve el transductor sobre la parte de su cuerpo que está bajo estudio.
NOTA: Al finalizar la lectura y conocer los subtemas que aportan toda esta información se te pide que elabores un mapa conceptual que comprenda todos los aspectos mencionados en la lectura (ENTREGAR EN HOJAS BLANCAS Y A MANO, CON PORTADA O PRESENTACIÓN), Este trabajo es parte integral de tú portafolio.
Intercambia ideas con tus compañeros de clase y desarrolla el propósito general de la lectura.
Fecha de entrega 26 de marzo del presente año en la hora de clase.
Si tienes algún problema solo comunícate al e-mail del docente: doctorcito.25@hotmail.com

miércoles, 4 de marzo de 2015

fORMULA DE LA CAMARA DE NEUBAUER


Suma de los cuatro cuadrantes, multiplicados por 50 y se divide entre el número de cuadros


  1+2+3+4 x 50   = Nùmero de GB por mml.
                                                                 64
Resultado de imagen para camara de neubauer
Desarrolla un ejercicio que tenga por lo menos en cada cuadrante de 50 a 65 glóbulos blancos por cuadrante.

a). Menciona como se llama el diluyente de la muestra.
b). Con que lente debe ser observada la cámara para hacer el conteo de células sanguíneas.
Resultado de imagen para camara de neubauer
c). Si encontramos que la muestra esta muy elevada de GB de los parámetros normales ¿ que es?

Debera enviar esta información al e-mail del docente  doctorcito.25 @hotmail.com

nombre el archivo como... RPHPràctica2.doc  de laboratorio de ciencias.

miércoles, 25 de febrero de 2015

FLEBOTOMIA



Introducción
La flebotomía constituye una de las etapas más importantes en el trabajo del laboratorio clínico. Por una parte representa el primer contacto entre el laboratorio y sus pacientes y desde el punto de vista de la muestra sanguínea, la enorme importancia que conlleva una muestra apropiadamente colectada, la seguridad de su origen y el correcto envasado y transporte, constituyen factores fundamentales en la evaluación e informe de los exámenes a realizar.
El personal que ha de realizar la colección de la muestra sanguínea, debe tener presente que en el trato correcto del paciente, su orientación y la habilidad para realizar su trabajo, está la cara del Laboratorio Clínico ante la comunidad que ha de servir.
El presente protocolo pretende ser una guía para el personal encargado de la colección de las muestras sanguíneas, tal que ésta función sea estandarizada en sus aspectos técnicos y estableciendo las pautas necesarias en bioseguridad y de aquellos factores que pueden afectar la calidad de la muestra.
Quisiera agradecer muy especialmente a la Lic. Juana de Cooper y al Lic. Eric
Gilkes por su valiosa colaboración en la evaluación de este protocolo.
Lic. Eric Caballero J.


Tu eres un recurso altamente entrenado y valioso.
No permitas que un accidente ponga en peligro tu vida.
Tu eres el único que puede practicar y hacer cumplir los procedimientos de seguridad para tu propia protección y la de tus compañeros de trabajo.


2.1 Requisitos generales para la seguridad personal


·         Vestimenta y accesorios: Es obligatorio el utilizar bata durante todo el tiempo de trabajo en el laboratorio. Cuando se va a extraer muestra, es requisito la utilización de guantes de protección. Es recomendable el uso de lentes de protección.
·         No se permite comer ni tomar en el área de trabajo.

·         No se permite fumar.
·         Aplicación de cosméticos: No permitido en el área de trabajo.
·         Lentes de contacto: No se permite su manipulación en el área de trabajo.
·         Cabello: Se recomienda que las damas aseguren por detrás su cabello, de forma tal que no entren en contacto con superficies contaminadas.
·         Lavado de las manos: Las manos deben ser lavadas con frecuencia durante todo el día de labor, antes y después del contacto con los pacientes, antes de comer o tomar y antes de salir del laboratorio.
2.2. Medidas específicas durante la flebotomía
·         1. Practique las precauciones universales mínimas con todo paciente a ser atendido.
·         2. Toda muestra debe ser considerada potencialmente infecciosa y se deben tomar las precauciones que garanticen la seguridad del flebotomista y de los pacientes.
·         3. Limpie su mesa antes de iniciar sus labores.
·         4. Si el paciente tose con frecuencia, colóquese una mascarilla.

·         5. Evite tocar áreas visiblemente infectadas del paciente.
·         6. Tome precauciones al manipular las agujas y lancetas.
·         7. No deje agujas y lancetas usadas en la mesa de trabajo.
Descartar inmediatamente en su contenedor apropiado.
·         8. No coloque el protector a la aguja.

·         9. Si hay derrame de sangre, limpie con Hipoclorito de sodio al 10%.
·         10. Limpie el torniquete con alcohol etílico después de cada extracción.
·         11. Cambie los guantes si se han manchado de sangre u otros fluidos corporales.
·         12. Siempre que sea posible, cambie los guantes entre pacientes.
·         13. Al terminar su labor, quítese los guantes y lávese bien las manos.


·         14. Si ocurre un pinchazo con aguja conteniendo sangre de un paciente HIV positivo, informe inmediatamente al jefe del laboratorio y diríjase a la clínica del empleado o a riesgos profesionales. Siga las instrucciones en base al Protocolo de accidentes ocupacionales de su Institución.

NOTA IMPORTANTE: Todos estos conceptos y reglas serán puestas en práctica en la próxima sesión de laboratorio de ciencias del plantel educativo; favor de traer los materiales, así como la Bata. guantes de látex y cubre boca... totalmente indispensables.

Es muy importante que leas y comprendas cada uno de los pasos para realizar la toma de muestras sanguíneas.

ANTICOAGULANTES


ANTICOAGULANTES.

¿En qué consiste la anticoagulación?
La formación de coágulos es un mecanismo complejo que tiene como finalidad prevenir el sangrado tras sufrir un daño. Sin embargo, en ocasiones la formación de coágulos puede desencadenar un infarto de miocardio, infarto cerebral, o formación de coágulos en las venas o dentro de las aurículas del corazón, y en estos casos, la administración de fármacos anticoagulantes es fundamental.
Los anti coagulantes, como su propio nombre indica, son fármacos que impiden la coagulación de la sangre, evitando por tanto la formación de coágulos o impidiendo su crecimiento y favoreciendo su disolución (desaparición) en caso de que ya se hayan formado.
Fármacos más utilizados como anticoagulantes
Heparinas de administración intravenosa (heparina no fraccionada) o subcutánea (heparinas de bajo peso molecular)
Las heparinas son medicamentos que actúan inhibiendo indirectamente la trombina (formación de coágulos) uniéndose a la antitrombina acelerando su mecanismo de acción. Las heparinas no fraccionadas (HNF) son de administración intravenosa y requieren un control estricto para evitar la sobre o subdosificación.
Las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) surgen como resultado de la depolimerización (fraccionamiento) química o enzimática de la HNF, dando lugar a moléculas más pequeñas. Al igual que las HNF actúan sobre la misma vía para producir su efecto anticoagulante; sin embargo, a diferencia de estas se unen menos a las células, se absorben mejor por vía subcutánea y tienen menor unión a proteínas plasmáticas lo que hace que solo requiera su administración 1 o 2 veces al día y que no requieran control de laboratorio.
En la patología cardiaca, estas heparinas (fundamentalmente la enoxaparina o fondaparinux; heparinas de bajo peso molecular) son esenciales en el tratamiento del síndrome coronario agudo (angina inestable o infarto de miocardio). También es imprescindible durante el cateterismo, para prevenir que se formen coágulos al introducir los catéteres y ponerlos en contacto con la sangre, y al manipular las arterias coronarias.

Anticoagulantes orales

Especialmente el acenocumarol, más conocido como sintrom, aunque también está disponible la warfarina (aldocumar). Estos fármacos actúan sobre la vitamina K, necesaria para que funcione todo el mecanismo de la coagulación. Se utilizan para la prevención a largo plazo de diversas complicaciones tromboembólicas. En cardiología su uso más frecuente es en la fibrilación auricular y en las valvulopatías (prótesis valvulares).
El tratamiento con anticoagulantes orales debe ser siempre controlado cuidadosamente. La dosis se ajusta a cada persona después de hacer un análisis de sangre y diversos fármacos (amiodarona, omeprazol, carbamacepina, AINES, tiroxina, antibióticos de amplio espectro entre otros) o incluso el tipo de dieta puede tener interacciones (el efecto del anticoagulante se incrementa o disminuye), de ahí que sean precisos frecuentes controles para ajustar la dosis.
¿Por qué debo tomar un anticoagulante?
¿Cómo actúan los anticoagulantes?
  • Los anticoagulantes reducen la capacidad de coagulación de la sangre. Debido a la menor capacidad de coagulación, se forman menos coágulos peligrosos que podrian e obstruir los vasos sanguíneos.
  • Los anticoagulantes orales se presentan en forma de pastillas que se tragan. Nota: otros anticoagulantes más potentes, como la heparina, deben inyectarse con una aguja en la corriente sanguínea. Estos anticoagulantes se administran en el hospital, donde el paciente puede ser observado cuidadosamente para evitar complicaciones. Hay un nuevo tipo de heparina (denominada «heparina de bajo peso molecular.
¿Cuánto debo tomar?
·         Existen diversos tipos
·         esté tomando, para que éste pueda informarle de las interacciones posibles.
·         Las siguientes son algunas de anticoagulantes. La cantidad de medicamento que se requiere depende del paciente. Hable con el médico o farmacéutico para obtener más información sobre cómo y cuándo tomar este medicamento.
·         ¿Qué pasa si estoy tomando otros medicamentos?
·         Si está tomando otros medicamentos, éstos podrían aumentar o reducir el efecto de los anticoagulantes. Estos efectos constituyen lo que se denomina una interacción. Asegúrese de decirle al médico todos los medicamentos y suplementos vitamínicos o herbales que categorías de medicamentos que pueden aumentar o reducir el efecto de los anticoagulantes. Como hay tantos tipos de medicamentos dentro de cada categoría, no se indica el nombre de cada uno en la lista. Infórmele al médico de todos los medicamentos que esté tomando, incluso si no aparecen en la lista a continuación.
  •  Aspirina
  • Acetaminofeno
  • Ibuprofeno
  • Ketoprofeno
  • Naproxeno 
  • Medicamentos para tratar un ritmo cardíaco anómalo (antiarrítmicos)
  • Antiácidos
  • Corticoesteroides u otros medicamentos similares a la cortisona
  • Antidepresivos
  • Antihistamínicos
  • Suplementos de calcio y vitamina K
  • Medicamentos para dormir
  • Ciertos antibióticos
  • Ciertos medicamentos que se usan para tratar las convulsiones.
  • Medicamentos que se usan para tratar la glándula tiroides hiperactiva
  • Ciertos medicamentos contra los hongos (antifúngicos)
Mientras esté toma
Mientras esté tomando diluyentes de la sangre anticoagulantes, debe también evitar también el cigarrillo y el alcohol. Además, vigile su dieta. Las dosis grandes de vitamina K (presente en el pescado, el hígado, la espinaca, el brócoli, la col, la coliflor, las coles de Bruselas y otras verduras de hojas comestibles) pueden reducir el efecto del medicamento. Esto no significa que deba usted dejar de comer estos alimentos, sino que no puede consumirlos en exceso simplemente trate de limitar su consumo.  
Debe realizarse hacerse periódicamente análisis de sangre para que el médico pueda evaluar la que evalúan el tiempo de coagulación de la sangre.
¿Qué más debo decirle al médico?
Hable con el médico sobre sus antecedentes médicos antes de comenzar a tomar anticoagulantes. Deben considerarse los riesgos de tomar el medicamento frente a los beneficios. Los siguientes son factores que deben tomarse en cuenta al decidir si es aconsejable tomar este medicamento.
  • Es alérgico a ciertos alimentos o colorantes.
  • Piensa quedar embarazada, está embarazada o está amamantando a su bebé.
  • Tiene más de 60 años de edad. La gente más joven suele tener menos problemas al tomar un anticoagulante.
  • Tiene un aneurisma.
  • Tuvo una intervención quirúrgica recientemente o tendrá una en los próximos dos meses (incluso si se trata de una operación dental). 
  • Ha sufrido un accidente cerebrovascular o un ataque isquémico transitorio (AIT o «miniaccidente cerebrovascular») o ha tenido anteriormente hemorragias en el cerebro.
  • Tiene una úlcera en el estómago u otros problemas estomacales.
  • Sufre de presión arterial alta (hipertensión).
  • Sufre de una enfermedad del riñón o del hígado.
  • Sufre de una enfermedad de la glándula tiroides.
  • Tiene cáncer.
  • Tiene diabetes.
  • Tiene colesterol alto.
  • Sufre de hemofilia o de otros problemas hemorrágicos.
  • Se ha caído o golpeado la cabeza recientemente.
  • Tiene cortaduras o heridas abiertas.
  • Tiene períodos menstruales copiosos o prolongados.
  • Participa en deportes u otras actividades que lo exponen al riesgo de sufrir pérdidas de sangre o hematomas.

¿Cuáles son los efectos secundarios?
A veces un medicamento puede ocasionar efectos indeseados que se conocen como efectos secundarios. No todos los efectos secundarios de los anticoagulantes aparecen en la lista a continuación. Consulte con el médico si presenta estos efectos secundarios u otros.
Efectos secundarios comunes:
  • Distensión abdominal y gases intestinales
  • Diarrea
  • Náuseas o vómitos
  • Pérdida del apetito
Efectos secundarios menos comunes:
  • Tos con sangre o vómitos de sangre
  • Materia fecal oscura
  • Sarpullido, urticaria o comezón
  • Dolor de garganta
  • Caída del pelo
  • Hematomas más frecuentes
  • Dolor de espalda
  • Fiebre, escalofríos o debilidad
  • Ojos o piel amarillenta (ictericia)
Efectos secundarios poco comunes:
  • Dolor de cabeza
  • Mareo
  • Dificultad para respirar 
  • Llagas en la boca o sangrado de las encías
  • Dedos morados en las manos o los pies.
Infórmele al médico inmediatamente si tiene alguno de estos efectos secundarios. No deje de tomar el medicamento a menos que el médico se lo indique. Si deja de tomar el medicamento sin antes consultar al médico, su estado de salud podría empeorar.
Los fármacos anticoagulantes son medicamentos que actúan como bloqueantes de la coagulación o bien de la agregación de las plaquetas.
Se utilizan para romper el trombo (trombolisis), o bien para prevenir que los trombos se repitan. La heparina alarga el tiempo de coagulación, se administra mediante inyección subcutánea, como esto es algo problemático tenemos otros grupos que se toman vía oral (anticoagulantes dicumarínicos).
En estos grupos de medicamentos debe de hacerse un control del tiempo de coagulación para evitar un exceso de actividad y como consecuencia la aparición de hemorragias.
La heparina es un mucopolisacárido con un peso molecular medio de 7.000 a 40.000 , de origen de pulmón de vaca o de mucosa intestinal de cerdo. La potencia difiere según el origen, pero hoy en día vienen estandarizadas en UI, por lo que se pueden comparar solo con este índice.
Hay dos sales (cálcica y sódica) que no se diferencian especialmente. Las cálcicas se usan vía subcutánea por ser menos dolorosa que la otra pero se pueden utilizar ambas endovenosas. Nunca intramuscular.
La Heparina se utiliza cuando se precisa de acción anticoagulante rápida y por poco tiempo. En la prevención de trombosis venosas de cirugía se utiliza a bajas dosis, 5.000UI, dos horas antes de la intervención y después cada 12 horas hasta el alta del paciente.
Las heparinas de bajo peso molecular son fragmentos de peso molecular entre 3.500 y 6.000, con ello tiene una vida más larga y aumenta su biodisponibilidad. Tiene una menor inhibición de la agregación plaquetaria. No sustituyen a las heparinas tradicionales sino que en terapias de baja dosis son más cómodas por que se aplican 1 sola vez al día.
En terapias de altas dosis se utilizan las heparinas tradicionales.
En el manejo de la acción anticoagulante prolongada se utiliza el acecumarol bajo control del tiempo de protombina.
Se han utilizado diversas medicaciones como antiagregantes plaquetarias, la aspirina (que además quita el dolor), y medicaciones vasodilatadoras como el Dipiridamol, ambos tienen un mecanismo diferente de acción y pueden asociarse para obtener una sinergia de acción. Los efectos vasodilatadores del Dipiridamol tienen contraindicaciones en ciertos casos.

La Triclopidina tiene mayor efecto antiagregante que el ácido acetil salicílico pero mayores efectos secundarios, por ello es de uso restringido hospitalario. Por ello sigue siendo uno de los medicamentos de elección de este grupo el ácido acetil salicílico.