¿
Cuáles son los objetivos de la valoración clínica infantil?
La valoración infantil no proporcionar una medida fija para la inteligencia, ni una
trayectoria para el futuro desarrollo del niño, ni puede parcializar los factores causales
potenciales. Los resultados de las valoraciones son descriptivos. Las preguntas como
¿este retraso infantil viene por factores biológicos y/o ambientales, cuándo se precipitó?"
o ¿la magnitud del desorden será eventual para el desarrollo del niño? Las valoraciones
del desarrollo completo y hábilmente hecho, no pueden proporcionar predicciones
seguras a largo plazo, el resultado puede parcelar las complejas contribuciones de
dotación, experiencia, y fuerzas naturales.
La valoración del desarrollo infantil puede ser muy útil, y en muchos casos es esencial,
para el tratamiento clínico apropiado. Estas valoraciones pueden ayudar a crear un
cuadro del nivel de desarrollo actual y el contexto medioambiental, resultando una clínica
inestimable pero una planificación de tratamiento. Esencialmente, la valoración del
desarrollo es de ayuda para proporcionar una perspectiva más completa sobre el niño, de
un problema general hay varias áreas y desórdenes concomitantes más específicos y
condiciones para que las valoraciones las indiquen y clarifiquen.
1. Las perturbaciones de regulación: Los disturbios de las propias capacidades
reguladoras, como en el sueño o en las comidas, (la negación a comer, el terror nocturno,
problemas en el control de los impulsos con conductas agresivas). La baja tolerancia a la
frustración es otra dificultad reguladora. Las conductas estimuladoras, (como mecer o
golpear con el tronco o la cabeza), pueden indicar una variedad de dificultades sociales o
reguladoras, que resultan de la manifestación de la tensión del ambiente, o pueden
significar dificultades más profundas en las relaciones.
2. Las perturbaciones sociales y medioambientales: Los disturbios del desarrollo social o
medioambiental, incluyen los problemas de diferenciación con la madre o cuidador, (como
puede verse en el autismo infantil, en perturbaciones del humor). Los niños se retiran del
entorno y se vuelven más apáticos, estando en riesgo de tener más dificultades de
desarrollo. Las condiciones medioambientales como repetidas o prolongadas
separaciones, abandonos, abusos, exposición a la violencia, estos niños están en riesgo
de sufrir perturbaciones sociales y afectivas.
3. Las perturbaciones psicofisiológicas: Éstos incluyen, entre otros, el fracaso no-orgánico
para crecer, vómitos recurrentes, diarrea crónica, dermatitis recurrente. El niño responde
en un entorno de tensión mental, involucrando varios sistemas orgánicos. Cualquier
problemas puede tener una causa física, pero los médicos deben estar alertas a la íntima
conexión entre lo fisiológico y el ajuste psicológico del niño.
4. Los retrasos de desarrollo: Los retrasos en las áreas específicas de desarrollo, incluso
el desarrollo de motor y de actividad, el lenguaje y la comunicación, el conocimiento de los
otros y grado de relación, o los retrasos en varias áreas. Estos problemas pueden ser más
comunes entre los niños con dificultades perinatales, (como el niño prematuro o con
abuso de sustancia maternal y la exposición prenatal al alcohol, cocaína, u otras drogas).
5. Los desórdenes genéticos y metabólicos con secuelas del desarrollo neurológico: Éstos
incluyen, el síndrome de X frágil, el síndrome de Willi Prader, anomalías en un
cromosoma. Aunque ciertas secuelas del desarrollo y de las conductas son asociadas a
estas condiciones, la magnitud puede variar considerablemente con la valoración del
desarrollo, curso e intervenciones psicosociales bien designadas.
6. La exposición a las toxinas: La exposición de las toxinas medioambientales, (como el
síndrome del alcohol fetal) y envenenamiento de primacía, son asociados con el retraso
del desarrollo y los disturbios conductuales. Aunque es útil el tratamiento planeado, las
valoraciones no pueden determinar la proporción de la presentación de los factores
potencialmente causales de este desarrollo.
7. El daño del sistema nervioso central: El daño del sistema nervioso central (como un
traumatismo o una hemorragia intraventricular), pueden causar importantes secuelas en el
desarrollo motriz, cognoscitivo, afectivo, de relación, incluso a todo nivel de
funcionamiento.
8. La prematuridad y las primeras enfermedades. La prematuridad y otras condiciones
médicas pueden producir hospitalización u otra restricción de estímulos apropiados para
el primer tiempo de la vida del niño, y pueden afectar a la interacción entre el niño y el
padre, alterando la relación y repercutiendo en el desarrollo del niño.
Hay tres puntos generales de especial importancia:
- Primero, el lenguaje y las habilidades de comunicación son particularmente
vulnerables a las tensiones biológicas y medioambientales. Es más, los problemas
de comunicación también afectan al desarrollo social y personal.
- Segundo, las observaciones cualitativas del niño y su entorno es la escena crucial
para determinar y entender las dificultades que presenta, y más en determinados
momentos de desarrollo. Es importante evaluar los aspectos cualitativos de las
interacciones del niño con su cuidador, motivaciones, resolución de problemas, los
procesos usados, y el estado de humor que es infinitamente necesario y
determinante en el inventario de las habilidades del niño.
- Tercero, el nivel de funcionamiento del niño y su desarrollo puede variar
considerablemente en las distintas áreas. Los niños con perturbaciones
psicofisiológicas muestran un perfil de desarrollo irregular. La observación
cualitativa es de nuevo importante, así como asegurar las valoraciones, y marcar la
trayectoria de desarrollo del niño.